Más allá del Átomo
Por: Yasmin I. Zayas Santana
En algún lugar de un país, continente, planeta, universo, galaxia; se encontraba un pequeño átomo que pertenecía a los hidrógenos, llamado Super Hidro. En el mundo de los átomos, cada cual tiene que buscar su otra mitad, o sea otro átomo, para compartir su existir. Al unirse su misión en la vida, que seria formar un compuesto químico, o una molécula, estaría completada. Pero como siempre hay una regla, no pueden unirse dos átomos con núcleo positivo, o los dos negativos. Porque entonces, estos se repelan y nunca podrán ser felices juntos, ya que en el mundo del átomo existían unas leyes de enlaces que todos tenían que seguir. El gran sueño de Super Hidro, era buscar su otro átomo y formar un enlace. A el no le importaba si era un enlace covalente o iónico, solo quería unirse con alguien.
Una mañana, cuando Super Hidro iba de camino para la escuela, se torpeza con Rubí. Esta era un átomo de Rubidio, que se había mudado cerca de Super Hidro. Los dos se hicieron muy buenos amigos, y siempre compartían todo y se pasaban horas hablando. Super Hidro, empezó a notar que sentía un gran afecto por Rubí, como si este átomo seria su otra mitad, que siempre buscaba. Esto que sentía era mayor que una simple amistad, y se imaginaba como seria la vida junto a ella. Pero esta ilusión fue interrumpida por un pensamiento, que era una realidad. “Si el sueño de estar junto a Rubí se hiciera realidad, todos nos criticaría” decía Super Hidro, “Ya que nunca en mi existir, un Hidrógeno y Rubidio se hubieran unido, es ley de vida y, porque formaríamos un ácido muy fuerte y esto no puede pasar” completo él. Luego de esto, volvió a pensar en Rubí, y se decidió a seguir, aunque los demás no quisieran.
Cada vez, se acercaba en día de su graduación y la amistad entre Super Hidro y Rubí se hacia mayor. A una semana de su graduación y baile, Super Hidro quería invitar a Rubí, como pareja de él. Siempre buscaba la ocasión para decírselo, pero nunca se atrevía. Esa misma tarde Super Hidro fue a casa de Rubí, muy nervioso pero decidido, le pregunto. Rubí, muy apenada le dijo: “Super Hidro gracias, pero ya Cloro me invito, y como tu no te decidías a preguntarme acepte”. Super Hidro se fue de la casa muy triste, y Rubí se sentía muy mal, ya que ella sentía un gran amor por Super Hidro, pero no se atrevía a decírselo.
Pasaron los días, y llego su baile de graduación. Durante este tiempo los dos se dejaron de hablar por lo sucedido anteriormente. Super Hidro llego al baile acompañado de su hermana Oxígeno. El se sentía mal ya que por no atreverse a preguntarle antes a Rubí, ya la había perdido.
Al llegar Rubi al baile, todos se quedaron mirándola, ya que su belleza impacto a todos. Super Hidro pensó y decidió hablar con ella, ya que después del baile posiblemente ella se marcharía para otro lugar a realizar sus estudios universitarios. Cloro, por alguna razón desconocida, tuvo que abandonar el baile, en ese instante Super Hidro aprovecho el momento para invitar a bailar a Rubí. Muy decidido le dijo a ella: “Quieres bailar conmigo”, Rubí acepto. Así pasaron minutos, horas bailando. Se notaba que había una gran química ente ellos dos, aunque según las leyes no podían unirse.
A las doce, Super Hidro le dice a Rubí que le tenia que decir algo importante, y los dos fueron a la terraza del local. “Rubí, con tan solo tu mirada iluminas una noche sin luna, y con tan solo tocarme hace que mi corazón late tan rápido que siento que lo pierdo. Te quiero decir que eres una persona especial para mi, y que siento un gran afecto por ti…”. Luego de Super Hidro le expresa a Rubí todo su amor, estos dos se escapan, ya que el día siguiente la madre de Rubí quería llevarla lejos, para que estudiara. Querían pasar su última noche juntos.
Cuando Rubí llega a su casa le pide a su madre que no la envié a estudiar lejos, ya que sentía un gran amor por Super Hidro y no quería alejarse de este. La madre de Rubí le negó volver a ver a Super Hidro, ya que ese amor no podía existir. Rubí muy molesta, se encierra en su cuarto y decide escaparse con Super Hidro. Los dos se van a la casa de la tía de Super Hidro, ya que su familia aunque no le gustara que los dos estuvieran juntos, pero decidieron hacer una excepción.
Un día la madre de Rubí la encuentra y la lleva obligada, de nuevo a su casa. Cuando van de camino, Rubí empieza a discutir con su madre y el vehículo se cae por un barranco. Las dos llegan al hospital, por suerte la madre estaba fuera de peligro, pero su hija Rubí había perdido un electrón de valencia. Sin este no podía estar estable y por lo tanto no podía vivir. De pronto llego Super Hidro, triste por lo que había sucedido. La madre de Rubí estaba también desesperada y no sabia que hacer, ya que a su hija solo le quedaban horas de vida, porque no habían conseguido ningún átomo que le donara un electrón.
Super Hidro le pide permiso a la madre de Rubí para verla, y ella le dice que si y que lo perdonara por todo, porque por culpa de ella Rubí estaba a punto de morir. Al hablar Super Hidro con Rubí, este le dice que le va a donar su único electrón. También que no le importaba la muerte, ya que aunque fueron pocos los días que estuvieron juntos fueron los mejores. Y que había encontrado su gran sueño, que era su otra mitad y su amor.
Pasaron los días y Rubí se mejoro y salio del hospital. Ella estaba contenta por tener vida, pero triste a la vez, porque había perdido su gran amor. La vida de ella no era la misma ya, sentía un gran vació por la ausencia de Super Hidro. Después de esto no se sabe que paso con ella, algunos dicen que entro en una depresión que le causo la muerte. Otros afirman que la muerte de Super Hidro le ocasionó algunos trastornos mentales, y fue encerrada por esto. Pero algo se sabe seguro, que el amor de Super Hidro por Rubí, hasta el punto de dar su vida por ella, siempre será recordado.
Por: Yasmin I. Zayas Santana
En algún lugar de un país, continente, planeta, universo, galaxia; se encontraba un pequeño átomo que pertenecía a los hidrógenos, llamado Super Hidro. En el mundo de los átomos, cada cual tiene que buscar su otra mitad, o sea otro átomo, para compartir su existir. Al unirse su misión en la vida, que seria formar un compuesto químico, o una molécula, estaría completada. Pero como siempre hay una regla, no pueden unirse dos átomos con núcleo positivo, o los dos negativos. Porque entonces, estos se repelan y nunca podrán ser felices juntos, ya que en el mundo del átomo existían unas leyes de enlaces que todos tenían que seguir. El gran sueño de Super Hidro, era buscar su otro átomo y formar un enlace. A el no le importaba si era un enlace covalente o iónico, solo quería unirse con alguien.
Una mañana, cuando Super Hidro iba de camino para la escuela, se torpeza con Rubí. Esta era un átomo de Rubidio, que se había mudado cerca de Super Hidro. Los dos se hicieron muy buenos amigos, y siempre compartían todo y se pasaban horas hablando. Super Hidro, empezó a notar que sentía un gran afecto por Rubí, como si este átomo seria su otra mitad, que siempre buscaba. Esto que sentía era mayor que una simple amistad, y se imaginaba como seria la vida junto a ella. Pero esta ilusión fue interrumpida por un pensamiento, que era una realidad. “Si el sueño de estar junto a Rubí se hiciera realidad, todos nos criticaría” decía Super Hidro, “Ya que nunca en mi existir, un Hidrógeno y Rubidio se hubieran unido, es ley de vida y, porque formaríamos un ácido muy fuerte y esto no puede pasar” completo él. Luego de esto, volvió a pensar en Rubí, y se decidió a seguir, aunque los demás no quisieran.
Cada vez, se acercaba en día de su graduación y la amistad entre Super Hidro y Rubí se hacia mayor. A una semana de su graduación y baile, Super Hidro quería invitar a Rubí, como pareja de él. Siempre buscaba la ocasión para decírselo, pero nunca se atrevía. Esa misma tarde Super Hidro fue a casa de Rubí, muy nervioso pero decidido, le pregunto. Rubí, muy apenada le dijo: “Super Hidro gracias, pero ya Cloro me invito, y como tu no te decidías a preguntarme acepte”. Super Hidro se fue de la casa muy triste, y Rubí se sentía muy mal, ya que ella sentía un gran amor por Super Hidro, pero no se atrevía a decírselo.
Pasaron los días, y llego su baile de graduación. Durante este tiempo los dos se dejaron de hablar por lo sucedido anteriormente. Super Hidro llego al baile acompañado de su hermana Oxígeno. El se sentía mal ya que por no atreverse a preguntarle antes a Rubí, ya la había perdido.
Al llegar Rubi al baile, todos se quedaron mirándola, ya que su belleza impacto a todos. Super Hidro pensó y decidió hablar con ella, ya que después del baile posiblemente ella se marcharía para otro lugar a realizar sus estudios universitarios. Cloro, por alguna razón desconocida, tuvo que abandonar el baile, en ese instante Super Hidro aprovecho el momento para invitar a bailar a Rubí. Muy decidido le dijo a ella: “Quieres bailar conmigo”, Rubí acepto. Así pasaron minutos, horas bailando. Se notaba que había una gran química ente ellos dos, aunque según las leyes no podían unirse.
A las doce, Super Hidro le dice a Rubí que le tenia que decir algo importante, y los dos fueron a la terraza del local. “Rubí, con tan solo tu mirada iluminas una noche sin luna, y con tan solo tocarme hace que mi corazón late tan rápido que siento que lo pierdo. Te quiero decir que eres una persona especial para mi, y que siento un gran afecto por ti…”. Luego de Super Hidro le expresa a Rubí todo su amor, estos dos se escapan, ya que el día siguiente la madre de Rubí quería llevarla lejos, para que estudiara. Querían pasar su última noche juntos.
Cuando Rubí llega a su casa le pide a su madre que no la envié a estudiar lejos, ya que sentía un gran amor por Super Hidro y no quería alejarse de este. La madre de Rubí le negó volver a ver a Super Hidro, ya que ese amor no podía existir. Rubí muy molesta, se encierra en su cuarto y decide escaparse con Super Hidro. Los dos se van a la casa de la tía de Super Hidro, ya que su familia aunque no le gustara que los dos estuvieran juntos, pero decidieron hacer una excepción.
Un día la madre de Rubí la encuentra y la lleva obligada, de nuevo a su casa. Cuando van de camino, Rubí empieza a discutir con su madre y el vehículo se cae por un barranco. Las dos llegan al hospital, por suerte la madre estaba fuera de peligro, pero su hija Rubí había perdido un electrón de valencia. Sin este no podía estar estable y por lo tanto no podía vivir. De pronto llego Super Hidro, triste por lo que había sucedido. La madre de Rubí estaba también desesperada y no sabia que hacer, ya que a su hija solo le quedaban horas de vida, porque no habían conseguido ningún átomo que le donara un electrón.
Super Hidro le pide permiso a la madre de Rubí para verla, y ella le dice que si y que lo perdonara por todo, porque por culpa de ella Rubí estaba a punto de morir. Al hablar Super Hidro con Rubí, este le dice que le va a donar su único electrón. También que no le importaba la muerte, ya que aunque fueron pocos los días que estuvieron juntos fueron los mejores. Y que había encontrado su gran sueño, que era su otra mitad y su amor.
Pasaron los días y Rubí se mejoro y salio del hospital. Ella estaba contenta por tener vida, pero triste a la vez, porque había perdido su gran amor. La vida de ella no era la misma ya, sentía un gran vació por la ausencia de Super Hidro. Después de esto no se sabe que paso con ella, algunos dicen que entro en una depresión que le causo la muerte. Otros afirman que la muerte de Super Hidro le ocasionó algunos trastornos mentales, y fue encerrada por esto. Pero algo se sabe seguro, que el amor de Super Hidro por Rubí, hasta el punto de dar su vida por ella, siempre será recordado.
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